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- Contactar con diferentes empresas para solicitar varios presupuestos y contrastar opiniones. Un estafador de este tipo por norma general cobra menos por sus servicios para asegurarse de que la gente le contrate.
- Como ya mencionamos intentar comprobar que toda empresa o autónomo esté dado de alta. Además chequear la empresa en internet y si existen opiniones sobre ella.
- Pedir siempre factura para realizar una posible reclamación.
- Timos por bajos presupuestos. Estafas muy frecuentes en los tiempos que corren. Por norma general la gente contrata electricistas con bajos presupuestos para ahorrarse un dinerillo, pero en la mayoría de los casos les suele salir muy caro.
Los electricistas cobran precios elevados por sus servicios para cubrir además de su sueldo: seguro, licencias, impuesto de actividad de la empresa, etc. por lo que un bajo presupuesto huele a timo.
Otra consecuencia de éstos puede ser la pésima realización de un trabajo, normalmente debido a la utilización de materiales de mala calidad.
Ejemplo:
Esta situación le paso a una clienta en su perruquería de Madrid, la cual casi sale ardiendo porque tenía la línea quemada. Este es sin duda un ejemplo del peligro que puede suponer contratar un electricista que ofrezca una previsión del coste muy barata.
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